7 de abril de 2009

Vamos a volver a nuestra Esencia, que es en si, según mis más aferradas creencias, lo que uno nunca pierde. ¿Y por qué no volver a eso que siempre fuimos, somos y nunca vamos a dejar de ser? A lo propio, lo único, lo más puro. Es ese aspecto de tu personalidad, de tu forma de ser que nunca vas a perder, jamás. Por más cambios que sobreponganmos ante ella (parentesis: Negate!) la escencia nunca va a cambiar. Se convierte en algo genético, no tenés forma de cambiarlo a exepción de que te tomes la molestia de modificar cada una de tus células (no es recomendable). Entonces para que seguir tratando de evitarla y no aceptarla? Es momento de volver a resaltarla.